Los estúpidos códigos QR en restaurantes

Antes era común ir a un restaurante, ojear el menú y pedir: así de simple. Ahora en muchos sitios ya ni tienen un menú físico; asumen que el cliente tiene un móvil «inteligente» y conexión a Internet. Si se cumple el caso, se espera que el cliente use la cámara de fotos y escanee el código QR, que le lleva a una página web que no respeta la privacidad, suele tardar tiempo en cargar y, en muchos casos, es poco intuitiva.

Es ineficiente, contamina más

Cargar una página web con imágenes en un servidor remoto, por cada cliente, es contaminante. Con un menú físico, no se gasta electricidad, la gente puede reutilizar el menú indefinidamente... Si no hay Internet o no tienes batería, ¿cómo consultas el menú con el QR?

Sin privacidad

Cuando visitamos una página web dejamos una huella digital. Si usamos los códigos QR para consultar el menú, hay empresas, gobiernos, etc., que pueden saber que a tal hora concreta hemos consultado el menú de un restaurante concreto.

Los clientes también pierden su privacidad cuando pagan con tarjeta en vez de usar dinero en efectivo, pero eso es otro tema.

Menú con QR, no gracias

Mejor sin QR

No tengo un móvil «inteligente» ni me gustan los restaurantes. Si como en un restaurante, pido el menú físico. Si no me lo dan, me lo tienen que decir, porque no tengo manera de ver el código QR. La mayoría de la comida de los restaurantes es insana, los trabajadores suelen estar explotados, se desperdicia mucha comida, hay pocas opciones veganas, etc. La industria de la hostelería tiene muchos problemas. El uso del código QR para los menús es solo un paso más en la dirección errónea, pero muy fácil de combatir negándose a usar un móvil «inteligente» para escanear un estúpido código QR.