Rastreo, exclusión y censura con la excusa del COVID-19

La excusa del COVID-19 se está utilizando mucho para invadir la privacidad y censurar los puntos de vista críticos mediante el uso de tecnologías digitales de empresas que pretenden sacar el máximo beneficio de la pandemia.

La cuarentena impuesta ha dejado a gente encerrada (sin empleo o con teletrabajo) y a estudiantes sin clases, pues aunque dicen que hay clases digitales, mucha gente no tiene Internet y los puntos de acceso públicos están cerrados. Los estados no hacen nada para solucionar la brecha digital.

Las empresas tecnológicas están utilizando la situación para blanquear su imagen y obtener dinero público, como han advertido ya muchos expertos. En España encontramos un caso de estos en el pago de dinero público a empresas privadas para desarrollar una página web y aplicaciones móviles en la Comunidad de Madrid cuyos objetivos son recopilar datos de sus ciudadanos y mantenerlos en manos de empresas privadas. Estos recursos ofrecen información que ya se encuentra por doquier en Internet, es decir, no aportan nada útil.

Si su objetivo hubiera sido facilitar un autodiagnóstico por Internet e informar al mayor número de personas, no habrían puesto como condición previa introducir datos personales, la página funcionaría sin JavaScript para ser más accesible (un ciego, por ejemplo, encontrará dificultades para usar la página) y no habría elementos de rastreo de Google en el código fuente. Los datos personales que recogen son el nombre, apellidos, número de teléfono móvil, DNI, fecha de nacimiento, correo electrónico, dirección completa, código postal, género y geolocalización. Estos datos privados están ahora en las manos de Google, Telefónica y Ferrovial, quienes aparecen en la política de privacidad como «proveedores y colaboradores».

Las grandes empresas tecnológicas se han puesto también de acuerdo para censurar los puntos de vista diferentes, diciendo que son noticias «falsas». Un ejemplo es la censura de la canción de rap El peor virus de Pablo Hasél en que se critica al Gobierno de España, aunque en ella no aparecía ninguna afirmación falsa. Esta ha vuelto a aparecer en YouTube tras unos días.

Asimismo, gran parte de la población está recomendando el uso de herramientas no libres para videoconferencias, cuya seguridad deja mucho que desear. Por un lado, crece el uso del malware Zoom durante la cuarentena y el de otros programas privativos. Por otro lado, también está aumentando mucho el uso de programas libres como Jitsi y Jami.

La recesión económica que está produciéndose supone numerosas dificultades para todos los sectores, incluido el tecnológico.

DuckDuckGo HTML en Firefox con resultados en español

Suelo usar «el buscador que no te rastrea», DuckDuckGo. Como el código JavaScript de la versión estándar de DuckDuckGo es privativo, yo uso la versión sin JavaScript (que también existe como servicio oculto de Tor).

Lo malo es que la versión HTML de DuckDuckGo no detecta las preferencias de idioma del navegador. Esto puede ser un inconveniente si estoy buscando cosas en español, ya que siempre me va a mostrar antes páginas en inglés.

Busco «calistenia» y me muestra resultados en inglés

Así que he modificado el anterior complemento de búsqueda para que busque en español. No ha sido muy difícil, la verdad. Solo he añadido el parámetro de URL kl=es-es (para el español de España) tras consultar la lista de parámetros. De esta forma salen resultados en español.

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Gitlab usa CAPTCHAs privativos

GitLab contiene software privativo de Google y no parece que vayan a eliminarlo. En concreto, usa el programa reCAPTCHA de Google, documentando incluso su configuración.

Esto es problemático no solo por la cuestión de la libertad de software, sino también por otros efectos secundarios de reCAPTCHA (como la explotación laboral y el reconocimiento facial para fines bélicos).

El código se carga directamente desde los servidores de Google, lo cual podría impedir la apertura de incidencias y el registro de nuevas cuentas cuando el servidor de Google estuviera caído.

Hay desde hace tiempo varias incidencias abiertas en el gestor de incidencias de GitLab.