Gitlab usa CAPTCHAs privativos

GitLab contiene software privativo de Google y no parece que vayan a eliminarlo. En concreto, usa el programa reCAPTCHA de Google, documentando incluso su configuración.

Esto es problemático no solo por la cuestión de la libertad de software, sino también por otros efectos secundarios de reCAPTCHA (como la explotación laboral y el reconocimiento facial para fines bélicos).

El código se carga directamente desde los servidores de Google, lo cual podría impedir la apertura de incidencias y el registro de nuevas cuentas cuando el servidor de Google estuviera caído.

Hay desde hace tiempo varias incidencias abiertas en el gestor de incidencias de GitLab.

Asaltadas por defender la privacidad

Integrantes de la asociación Zwiebelfreunde, dedicada a la defensa y la educación sobre la privacidad, han sido víctimas de registros policiales, sin motivo justificable. Fueron registrados el 20 de junio el local de la asociación y las viviendas de integrantes del comité ejecutivo. También registraron los espacios del Chaos Computer Club en Augsburg.

La justificación que han dado las fuerzas del estado es que había un sitio web que llamaba a realizar acciones contra la reunión anual del partido de extrema derecha AfD. Dicho sitio web no tiene nada que ver con la asociación ni con las personas a las que han registrado. La supuesta conexión es el uso del servidor de correo de Riseup (organización a la que la asociación Zwiebelfreunde solo apoya económicamente) por el sitio web sospechoso de una futura acción criminal.

Las activistas por la privacidad son muchas veces víctimas injustificadas de invasiones a la privacidad por parte de las fuerzas represivas de los estados. En este caso las personas registradas lo han sido como testigas; tratadas como criminales.

Menéame contiene código de rastreo oculto y contradice su licencia

Hace poco descubrí que el sitio web Menéame contiene código privativo de rastreo. El caso es bastante particular porque se trata de una página web que usa software libre bajo la licencia Affero General Public License, version 3, la cual trata de garantizar que el software de páginas web solo se pueda distribuir de forma libre, proporcionando acceso al código fuente y notificando de las modificaciones realizadas.

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Facebook legitima la violencia estatal

Facebook se ha sumado a Twitter legitimando la violencia estatal. Pero ha ido un paso más allá: define como terroristas a quienes tratan de acabar con los estados o la propiedad, como es el caso de personas que comparten las ideologías anarquista y comunista.

Así definen el terrorismo:

Definimos el terrorismo como: «Cualquier organización no gubernamental que se involucra en actos premeditados de violencia contra personas o propiedad para intimidar a una población civil, gobierno u organización internacional para lograr un objetivo político, religioso o ideológico».

Y así legitiman la violencia del estado:

Nuestra política antiterrorista no se aplica a gobiernos. Esto refleja un consenso académico general y legal de que los estados nacionales pueden usar legítimamente la violencia bajo ciertas circunstancias. No obstante, cierto contenido sobre violencia patrocinada por el estado sería eliminado por nuestras otras políticas, como nuestra política de violencia gráfica.

Al completar un reCAPTCHA de Google ayudas a matar

Recientemente, Google se ha asociado con El Pentágono para ayudarle en el desarrollo de inteligencia artificial. El proyecto, cuyo nombre es Maven, plantea el desarrollo de un sistema para identificar objetos a través de las imágenes de drones.

Esto significa que el poder que tiene Google sobre la gente en el mundo entero lo utilizará el imperio estadounidense para sus oscuros intereses. Completar un reCAPTCHA de Google ya no solo supone peligros éticos relacionados con la explotación económica y el uso de software privativo, sino también la estrecha colaboración en el asesinato de personas humanas. Muertes que parecen deshumanizadas, pero al fin y al cabo son personas inconscientes (y conscientes también) las que entrenan a las máquinas para matar.