Si bloqueas anuncios y contenido de rastreo, ahorrarás mucho tiempo y
dinero: las páginas web tardarán menos en cargarse, y consumirás menos
datos y electricidad. Con uBlock Origin además contarás con más
privacidad y seguridad.
Es muy fácil de instalar
Basta con buscar la extensión para tu navegador e instalarla, nada más.
A partir de entonces no verás más anuncios.
Esta extensión funciona en los navegadores más populares (Chrome,
Microsoft Edge, Opera, Firefox, Chromium...). Aunque en este artículo
muestro la imagen de Abrowser (un navegador derivado de Firefox), el
funcionamiento es igual en todos los navegadores. Por cierto, si usas
Firefox y te marea el GIF anterior, puedes hacer clic aquí para
instalar la extensión.
Hay una página que no funciona con el bloqueador o que no quiero bloquear
En esta situación poco común basta con pulsar el iconito de la extensión
y luego el botón de apagado ⏻.
¿El software libre es anarquista o capitalista? Unos lo llaman
comunista, otros dicen que es capitalista, anarquista... ¿Quién tiene
razón? Continúa leyendo Software libre y política
Con el aumento de las comunicaciones en directo probablemente tu
escritorio ya no es tan privado como antes —tanto el físico como el
digital—. Un riesgo que demasiada gente subestima.
Si nos ponemos en la piel de un superior, a este quizá no le haga mucha
gracia ver que el ordenador del trabajo se usa para videojuegos,
pornografía o cualquier otra cosa que considere inapropiada; o ver en
las sugerencias de la barra de direcciones del navegador sitios web que
contienen ideas políticas contrarias a las suyas, por ejemplo.
Lo ideal sería utilizar el ordenador de la empresa únicamente para cosas
de la empresa. Si este ordenador es el mismo que el de uso personal o se
comparte con alguien, se debe utilizar una cuenta de usuario específica
para la empresa, de forma que al compartir el escritorio no se vean
nuestros archivos, los programas que usamos en nuestro tiempo libre,
nuestro historial de navegación, etc.
Porque aunque solo pensábamos mostrar la presentación de diapositivas,
acabamos exponiendo información sin darnos cuenta cuando algo falla y
salimos de la presentación. Hombre precavido vale por dos: aunque algo
falle, no comprometo mi privacidad cuando uso una cuenta de usuario
específica para el trabajo.
Ni que decir tiene que el escritorio físico y lo que nos rodea mientras
nos encontramos en una videoconferencia es otro factor de riesgo.
Además, las personas con las que convivimos pueden comprometer nuestra
privacidad. Habrá que encontrar, pues, los horarios con menos gente en
casa, elegir con cuidado el lugar teniendo en cuenta lo que la cámara
puede ver y mantener la comunicación digital en el lugar menos ruidoso.
En resumen, las comunicaciones digitales por videoconferencia suponen
numerosos riesgos para la privacidad que deben ser tenidos en cuenta. Es
primordial conocer los peligros que entrañan para poder evitarlos,
incluso cuando surjan imprevistos.
El lenguaje HTML se
adhiere al estándar WHATWG. Como es un
lenguaje de
marcado, un error en
HTML no hace que la página web deje de funcionar, sino que el navegador
la muestra lo mejor que puede.
Tener errores en HTML es problemático, ya que puede producir fallos
inesperados y difíciles de reproducir, sobre todo cuando solo ocurren en
un navegador. Así pues, es vital escribir un HTML válido.
Sin embargo, es muy fácil cometer errores y pasarlos por alto. Por eso
es recomendable validar el código HTML; es decir, encontrar los fallos y
corregirlos. Para eso existen los validadores, que, por lo general,
simplemente muestran los errores. El más actualizado y recomendable
es The Nu Html Checker. La W3C
mantiene una instancia de ese validador que nos permite validar
documentos HTML desde el navegador, ya sea introduciendo una
URL, subiendo un
archivo o introduciendo el código
HTML en un formulario. Como este
validador es libre, puedes instalarlo en tu ordenador fácilmente.
El validador en línea funciona bien si solo tienes que validar unas
pocas páginas web de vez en cuando, pero no sirve para validar un sitio
web entero. Para ello recomiendo usar la versión de The Nu Html
Checker que se ejecuta en terminal. Esta se encuentra en el archivo
vnu.jar (hace falta tener Java instalado).
En mi caso, yo utilizo el paquete
html5validator, ya que
trabajo principalmente con Python y no supone una dependencia adicional.
Para instalar este paquete en una distribución de GNU/Linux basada en
Debian solo hay que ejecutar...
Al terminar la instalación tenemos un programa llamado html5validator
que podemos ejecutar desde la terminal:
html5validatorindex.html
Un argumento súper útil es --root, que permite validar todos los
archivos de un directorio, y del directorio dentro del directorio...,
así hasta que haya validado todo. Yo lo uso especificando el directorio
raíz de mi sitio web, validando así el sitio web completo en unos
segundos.
html5validator--rootsitio-web/
Lo ideal es usar algún tipo de integración
continua para
no tener que ejecutar manualmente la anterior instrucción cada vez que
cambias algo en la página web. Para ello yo uso
GitLab CI. De este
modo, mantengo este sitio web y muchos otros sin errores de HTML, y
cuando rompo algo, me entero pronto.